la factura eléctrica se lleva la palma en cuanto a complejidad: Casi la mitad de los consumidores declara no entenderla. En concreto, el 46,6% de los usuarios asegura que el recibo de la luz es poco comprensible o incomprensible, de acuerdo con la última encuesta publicada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) elaborada en el marco del Panel de Hogares CNMC. Este porcentaje se reduce al 34,8% para las facturas del gas natural y al 15% en caso de telefonía o banda ancha fija.
El principal problema del jeroglífico eléctrico es que buena parte de los costes incluidos en el mismo poco tienen que ver con el consumo de energía realizado por los usuarios, que, además de los impuestos incorporados en la factura, tienen que pagar por conceptos como las primas a las energías renovables, las ayudas al carbón o las compensaciones extra peninsulares. Además, para los clientes acogidos a la tarifa regulada, el término de consumo ha pasado a calcularse en función del precio horario de la energía en el mercado mayorista, lo que se traduce en 8.760 precios diferentes al año.
El servicio eléctrico es también el peor valorado por los españoles. Según la anterior encuesta del regulador, publicada la semana pasada, casi el 26% de los hogares afirmó estar nada o poco satisfecho con el suministro durante el último trimestre de 2015, frente al 24,6% del semestre anterior.
La insatisfacción con el servicio de gas natural se situó en el 14,5% y el de banda ancha fija en el 18,4%. la casi totalidad de consumidores inconforme con el suministro eléctrico apunta al precio como principal razón de su malestar, y más de la mitad (55%) a la falta de claridad en las facturas y sobre los precios aplicados a los servicios.